CÍRCULO HOLMES

Asociación Cultural

Bienvenido a nuestro cajón de sastre


Efectivamente, este es nuestro cajón de sastre. Aquí iremos poniendo todo aquello que no tenemos integrado en los demás menús. De momento podeis disfrutar de Entrevistas, Podcasts y Artículos que iremos colgando a medida que podamos. Ya podeis ir disfrutando de las buenas entrevistas realizadas por nuestro Jabez Wilson particular, Luís de Luís y de algunos podcasts que hemos recuperado por ahí, alguno de ellos realmente importante y difícil de conseguir. ¡Pasen y vean!


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03.12.2019

Entrevista a Natalia Fisac

“Todo empezó cuando fuí madre.”
62191600_2277972128982691_4909732507974369280_n.jpgEs una enorme actriz que entra en ebullición en las tablas para contagiar vitalidad y desbordar entusiasmo. Ha hecho de todo y todo lo ha hecho bien. Ahora mismo respira victorianismo y hace aparecer Baker Street de una maleta (con fondo y sin fin) que siempre le acompaña.
Es más holmesiana de lo que ella misma se supo, más vital de lo que ella misma se sabe y más Irregular de lo que ella misma se sabrá.

Se levanta el telón y aparece la creadora de Las cuentoaventuras de Sherlock Holmes, Natalia Fisac…

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(Sacado de la página de facebook de Natalia Fisac)

Hola hola!!!

Para los que tenéis peques en casa aqui os dejo un planazo para ell@s, La compañía La maleta de los cuentos ofrece “Las cuentoaventuras de Sherlock Holmes”.

Cuentacuentos en el que una irregular de Baker Street, Fibi, narra dos de los misterios resueltos por Holmes: La banda de lunares y la liga de los pelirrojos, con mucha participación de l@s peques y canciones en directo representado por Natalia Fisac Rodríguez de Guzmán.

Podréis disfrutar en familia todos los domingos de diciembre a las 12:30h en la sala Plotpoint ((c/ Ercilla, 29, metro Embajadores).

http://www.plotpoint.info/obras-de-teatro-infantil-madrid.h…

Tod@s a poner aventuras a la vida!!!

Sherlock Holmes…
No puedo recordar la primera vez que oí esas dos palabras: Sherlock Holmes; no puedo, una pena. Creo que ya está en el inconsciente colectivo.

¿Y su primer recuerdo del personaje?
Es realmente tardío: con 20 años fui a Londres por primera vez, a trabajar tres meses en verano, y allí compré por una libra The Case-Book of Sherlock Holmes, en la edición de Wordsworth Classics.

Empezó con el último Holmes y en inglés
Me cuesta describir el auténtico placer que supuso para mí leerlo en inglés, saborear esas palabras, evocar esos parajes, en Londres y en la campiña. Realmente me trasladaba a esas callejuelas enneblinadas, a ese salón decimonónico repleto de libros y objetos. Y la pasión de seguir esa mente lúcida en sus deducciones. Me sorprendía la aparente frialdad en su relación con Watson, alguien absolutamente fundamental para él en lo profesional y emocional.

¿Y a partir de entonces?
He gozado de otros libros, de las películas… pero nunca he sido una seguidora experta. Confieso que siempre me he liado con qué es del Canon y qué no. No he profundizado en todo el universo holmesiano; pero, pardiez, bien que disfruto con cada recreación de sus historias, del modo que sea.

Su relato…
Soy una persona con buena memoria cuando necesito recordar algo, cuando hay una utilidad práctica en ello; pero con los libros, obras de teatro y películas me sucede lo contrario: olvido los argumentos al poco de acabar de disfrutarlos. De verdad, hay películas que he vuelto a ver al cabo de los años y me iba acordando de las cosas según las iba viendo (con lo que puedo disfrutarlas casi como la primera vez). Y con Holmes me pasa eso: olvido de qué va cada historia porque lo que me interesa en disfrutarla, no memorizar.


Pero recuerdo disfrutar mucho con El Sabueso de los Baskerville, Escándalo en Bohemia… Y hay otras muchas cuyo título no recuerdo. Sería bueno releerlas ahora para redescubrirlas; eso sí, la que más me ha marcado recientemente es La banda de lunares. La descubrí preparando precisamente el montaje de Las cuentoaventuras de Sherlock Holmes.

Como lectora siente debilidad por la literatura inglesa
Sí, me apasiona. Desde hace años, concretamente desde la maternidad y, después, mi separación, mi vida se centra en la supervivencia y ser esclava del sistema, así de claro, y no puedo mantener el ritmo de lectura, investigación y de aprendizaje que tenía de joven. Pero en la adolescencia leía 3 o 4 libros a la vez. Fui socia de la biblioteca de Instituto Británico durante un tiempo (no estudié allí, solo era socia de la biblioteca) y tuve acceso a libros maravillosos.

¿Cómo por ejemplo?
Maurice, de E.M Forster me impactó (y luego Pasaje a la India, Una habitación con vistas), El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad, entre muchos otros. Y, por otros medios, llegaron a mí: La isla del tesoro, de Stevenson (me fascinaba de pequeña, la valentía del chaval viviendo entre piratas…. me encanta este libro),

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Frankenstein, de Mary Shelley, Drácula, de Bram Stoker… Y, de manera muy especial, Virginia Woolf -Una habitación propia y Orlando me impactaron y  revolucionaron– y Oscar Wilde, no solo El retrato de Dorian Gray sino también La balada de Reading Gaol que me marcó.

Su poema final
[justify]Si,  lo escribió en prisión. Yo estaba en la universidad, pasando un momento emocional difícil e hice mío el dolor de Wilde (escribió ese poema estando preso); fue un gran solaz.

Su relación con la literatura inglesa va un poco más allá, también es traductora
Si, aunque trabajo en ello esporádicamente el proceso de traducción es apasionante: no basta conocer el idioma del que traduces, tienes que conocer muy bien tu propio idioma para usar las palabras y estructurar las frases de modo que sean fieles al espíritu del otro idioma, pero suenen de modo natural en el tuyo. Hay que huir de la literalidad y ser osada para llegar a ese equilibrio.
Realizó y publicó la traducción de Equus, la legendaria obra de los años 70 sobre las trampas de la mente
Si, Juanma Gómez, de Arte&Desmayo, me pidió una nueva traducción porque la que existía, de los años 70, estaba ya algo trasnochada. Esto no lo digo como crítica porque de hecho demuestra que era una buena traducción: era fiel a la forma de hablar en España en esa época, que es lo que tiene que hacer una traducción. Por eso necesitábamos una nueva traducción dirigida al público actual. Ejemplos concretos de lo que digo: menos perífrasis, lenguaje menos ampuloso, expresiones de hoy en día (por ejemplo: un chico de 17 años diciendo “tus ojos son una pasada”). En este sentido fue todo un placer traducir Equus.

En la que también participó …
Sí, dirigía Carlos Martínez-Abarca y yo interpreté a la jueza Hesther Solomon. En Aquella época fui muy feliz: estaba trabajando en un espectáculo de gran calidad a pesar de los pocos medios, conocí y empecé a admirar a Carlos Martínez-Abarca y había un ambiente genial en el equipo (que era muy amplio). Además, empecé una gran amistad con otra de las actrices: la gran Magdalena Broto (que en Las cuentoaventuras de Sherlock Holmes es quien ha realizado la música de piano y me ha ayudado en la dirección). Las tazas de té y bollitos que tomábamos antes de cada función se convirtieron en un momento especial. On my dear, cómo nos reíamos.

También ha traducido Chicas y Chicos, de Dennis Kelly
Si. La empecé por mi cuenta el verano de 2018 y la gocé infinito ; porque, además, el texto es brutal, en sentido literal y figurado). Tanto es así que quise montarlo. Pedí los derechos a  la SGAE y decidí que si me los concedían ya buscaría el medio de pagarlos. No me contestó jamás (suelen ser muy informales con las comunicaciones y respuestas a mails, una lata; sobre todo si eres una hormiguita desconocida), pero se los concedieron a mi gran amigo Javier Ortiz. Sentí una mezcla de decepción y de alegría, aunque nadie mejor que él para llevar a cabo este proyecto que se estrena en el teatro Pavón Kamikaze de Madrid este mismo noviembre. Animo a todo el mundo a que vaya a disfrutarlo. Además, sí pude poner mi granito de arena, ya que Javi me pidió mi traducción para cotejar con la suya y sí usó alguna parte de la mía. Y tengo que decir que además me pagó bien por ello.

Desde el punto de vista profesional, ¿quién es su Sherlock favorito?
Es, no; son. Jeremy Brett y Benedict Cumberbatch.
Disfruté de lo lindo con las películas interpretadas por Robert Downey Jr, de la serie de Jeremy Brett (estupenda la música del comienzo de cada episodio), y, por supuesto, Sherlock, de la BBC (actualmente estoy volviendo a ver la serie en Netflix y me parece una adaptación brillante y Cumberbatch y Freeman… chapeau!)
Cumberbatch es un actor portentoso, me gusta en todo lo que hace, y en Sherlock está… pues para enamorarse de él. Pero a Brett le conocí antes y fue una revelación. Disfruté enormemente viendo la serie. Tiene la mezcla perfecta del Holmes más clásico (ese físico, esa elegancia en el moverse y hablar, esa frialdad) y frescura (era gratamente desconcertante cuando saltaba por encima de un sillón o se movía de forma brusca, casi cómica).

Como personaje,  Sherlock Holmes, es indestructible, atraviesa el tiempo y el espacio, en mil y una mutaciones y ahí sigue…
Buena observación. Es obvio que hay algo especial en él. Lo he notado en algo muy concreto: de mis tres últimas creaciones de cuenteatro infantil (las 2 primeras fueron Alicia en el país de las maravillas y La vuelta al mundo), Las cuentoaventuras de Sherlock Holmes han ido muy bien de público desde el principio y de forma continuada. Y, al margen de que mi trabajo esté muy bien (la puntuación en atrapalo.com desde septiembre oscila entre 9,1 y 9,4, por algo será), al margen de eso, se debe al carisma del personaje. Y porque a tod@s nos apasiona resolver misterios, poder seguir las deducciones lógicas y también llevarnos sorpresas. La Inglaterra del siglo XIX tiene un halo que nos atrapa: Frankestein, Drácula, todo Dickens, Austen (con quien tengo una deuda pendiente; no me he leído entero ninguno de sus libros) , Jack el Destripador (que, aunque fuera real, se ha convertido en personaje)… No sé si es la estética, mezcla de oscuridad y belleza, o… no sé por qué nos atrae tanto. Y concretamente Sherlock, alguien misántropo, muy inteligente, desconcertante… Quizá esa libertad de ser como es, diferente al resto sin complejos, con esa leve tristeza o insatisfacción que podemos intuir. Es el héroe al que quisiéramos salvar emocionalmente. No sé, quizá solo estoy diciendo tonterías ¡jajajaja!

Da la sensación de que su Maleta de los Cuentos no tiene fondo, como la bolsa de Mary Poppins (curiosamente, una tardovictoriana) y que está siempre llena, como el bolsillo de Harpo Marx ; de ahí ha salido Alicia, el Gato de Chesire…
Sí, soy muy Mary Poppins, ¡jajajaja! con una vieja maleta te creo un universo.

Convierte  la literatura decimonónica en teatro infantil 
Existen montajes ya sobre Alicia u Oliver Twist, y son  buenos. Son historias muy atractivas. Pero lo que hago es teatro familiar… yo sola, con los objetos que salen de la maleta, con canciones propias que canto en directo y muuuuuucha interacción con el público. Participan mucho l@s peques pero l@s adult@s no se quedan atrás. Entran sin darse cuenta en el espacio de juego que nos es natural en la infancia, y contestan a preguntas que hago, salen incluso a escena también ell@s, veo desde las tablas sus caras de interés y emoción. De verdad, es pura magia. Y esa literatura que convierto en teatro con su ayuda tiene en sí misma el atractivo del viaje al pasado: abrimos juntos una época que nos lleva a otros lugares y épocas sin movernos de la butaca. Creamos una realidad diferente: pura magia.

La culpa fue de su hijo
Si, todo empezó cuando fui madre. Pensé en dejar el malvivir de la interpretación, pero cuando mi hijo, Max, ya tenía casi un año, me devoraba la necesidad de retomar ese malvivir, porque a pesar de las penurias económicas, soy muy feliz creando y en escena. Así que no solo retomé la interpretación, sino que gesté mi propio proyecto, La Maleta de los Cuentos. Antes nunca me había apetecido hacer teatro infantil o familiar y ahora mi energía sí estaba enfocada en l@s peques. Empecé con historias breves creadas por mí, pero un día me llaman del ayuntamiento de Torrejón de la Calzada para hacerme un encargo para el día del libro: Alicia en el país de las maravillas o Harry Potter. Me lancé por Alicia no por preferencia sino por una cuestión pragmática: no había que pagar derechos de autor. Y empezó una aventura maravillosa. Sin darme cuenta, como bien decías tú antes, me centré en la Inglaterra decimonónica: Alicia, La vuelta al mundo en 80 días, Sherlock Holmes…

Y de ahí han salido 80 días y una vuelta al mundo
Con un toque distinto: Esta vuelta al mundo estaba contada por Nellie Bly. Con mis historias quiero entretener, pero, como mujer, me parece fundamental aportar referentes femeninos empoderados a las niñas y a los niños. Y las historias clásicas de las que me nutro son eminentemente masculinas (lógico, dado el entorno sociocultural en que fueron creadas). Me resistía a contar la historia de Verne con un protagonista masculino: el único personaje femenino con cierta importancia era la mujer india Aouda, de la que rescatan de morir quemada, y no dice ni una sola palabra en toda la novela. Por casualidad descubrí el personaje histórico Nellie Bly.

Una mujer asombrosa
Hay muchísimas mujeres asombrosas, valientes y emprendedoras de las que no nos hablan los hombres que redactaron la historia. Así que decidí que esta aventura escrita por Verne la contaría Nelie Bly de niña. Nellie Bly fue la primera persona que puso en práctica el periodismo de infiltración. Escribió reportajes denunciando las condiciones en que se vivía o trabajaba tras infiltrarse en un manicomio de mujeres, en una fábrica de cerillas, en una casa señorial como parte del servicio… Se convirtió en una auténtica celebridad. Y dio la vuelta al mundo sola en el siglo XIX en 72 días, una proeza. Fue también corresponsal de guerra y al final de su vida fue inventora y dirigió las empresas de su marido cuando este falleció. Lo cierto es que merece un espectáculo sobre su propia vida, pero, de nuevo, siendo pragmática (lo que quiero también es ganar dinero con mis espectáculos y eso ocurre si el público viene al teatro), pensé que solo Nellie Bly no sería reclamo suficiente para las familias (nadie sabe quién es). Así que se convirtió en la narradora y, al menos, las niñas y niños salían del teatro habiendo oír hablar de Nellie Bly. Y me consta que much@s de ell@s buscaron luego en internet más información. Not bad, ain’t it?

Y ahora de su maleta sale Sherlock Holmes con quien tuvo un primer encuentro teatral en una lectura dramatizada de un texto de Jaime Gabaldá durante una Convención del Circulo Holmes
Definitivamente este Sherlock mío debe su nacimiento a aquella lectura.

Una lectura que salió estupendamente y eso que fue “sobre la marcha” …
Si, verá, yo no tengo formación ni entrañas de directora, sé que faltan visión y recursos. Pero hago de la necesidad virtud y como no soy de las que se espera en casa a que la llamen por teléfono para trabajar me lancé a dirigir ya hace unos años un espectáculo que yo misma versioné a partir de Entremeses de Cervantes. Y cuando se me propuso dirigir aquella lectura para el Círculo Holmes, ni me lo pensé. Y fue un gozo. Me rodeé de tres actorazos e incluso participó mi hijo. Hice una selección de músicas y espacio sonoro para ambientar, quedamos un par de veces en mi casa para leer y finalmente creo que quedó bastante digno jajajaja.
Y además conocí a personas encantadoras a las que pude volver a ver en Barcelona en la cena de gala por los 25 años de la fundación del Círculo, a la que tuve el honor de asistir como invitada.

El personaje le ha seguido rondando desde entonces y lo sube a las tablas
Ya hace un par de años me rondó la idea de montar algo de temática apropiada para Halloween (mentalidad pragmática de nuevo), pensando en la posibilidad de moverlo por colegios. Pensé en El fantasma de Canterville y en el propio Sherlock. Me decanté por El fantasma porque Sherlock me pareció imposible con tanto diálogo y personajes. Pero, como decía antes, soy esclava del sistema para sobrevivir, tengo varios trabajos y como dice la mítica frase que comparto con mi amigo Juanma Gómez: NO ME DA LA VIDA. Así que no creé nada para Halloween.

En vista de lo cual se larga a Barcelona
¡Si! Llega la invitación para ir a Barcelona a esa cena de gala del Círculo Holmes en junio del 2019. Y allá que voy feliz, y en la cena me sientan junto a Ana Trigo, miembro del Círculo y persona apasionante: tasadora de obras de arte y escritora de libros de misterio y de moda. En ese ambiente rodeada de fantásticas holmesianas y holmesianos, desde el día anterior a la cena vuelve a rondarme la idea de montar algo de Sherlock. Y en la cena se lo comento a Ana Trigo, y le explico que todo el universo holmesiano, de nuevo, es muy masculino y que insisto en mi idea de crear referentes femeninos; una idea era convertir a la señora Hudson (ama de llaves de Holmes) en la narradora, pero no me convence. Y Ana Trigo me hace una brillante sugerencia: “¿Y si la narradora fuese una niña de los Irregulares de Baker Street?“. Inmediatamente mis tripas gritaron ¡SÍ!  Para quien no lo sepa, los Irregulares de Baker Street son las niñas y niños pobres  que Holmes contrataba para que buscaran pistas e información. Mi protagonista es Fibi, una de ell@s.
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Y empezó a madurar esas ideas de partida
Si, al volver a Madrid ya estaba decidida a montarlo de cara a la nueva temporada, en septiembre. Y se lo comenté a un amigo mío, Francisco Chana, con quien hice la carrera de Derecho, y quien tiene una empresa de eventos en Gran Canaria, Eventos Peterypan. Ya el año pasado me contrató para representar Alicia y La vuelta el mundo … en un centro comercial en Las Palmas (apostando por llevar al público la mayor variedad posible de espectáculos). Le dije que iba a montar Las cuentoaventuras de Sherlock Holmes, que si le cuadraba. Me contestó que la temática de ese verano en el centro comercial era…¡Sherlock Holmes! Increíble pero cierto. Así que me propuso que representara 3 días 3 misterios diferentes. Tenía un mes para montarlos.
Hice la selección de tres historias (para lo que me leí un montón de sinopsis, no tenía tiempo de leer los relatos completos), me vi varios capítulos de distintas series en youtube… Hice las adaptaciones, ensayé cuanto pude, compré los objetos y atrezzo necesarios, hice un pase privado para dos personas y… a Las Palmas.

Su gusto es muy parecido al de propio Conan Doyle y de los lectores . En sucesivas votaciones siempre quedan bien colocados “ La banda de lunares” y “El club de los Pelirrojos”
Buscaba misterios no muy largos ni complejos y con posibilidades de interacción con el público, aunque eso realmente depende de mi propia imaginación. Por ejemplo, en La banda de lunares me saqué de la manga un momento de tablao flamenco que funciona muy bien.
 A la hora de elegir finalmente, con La banda de lunares lo tuve clarísimo. No es de extrañar que, con posterioridad al relato, Doyle escribiera una versión teatral. Es una historia redonda, lo tiene todo: muertes sin explicar, personaje antipático en Roylott, personaje con cuyo temor empatizamos en Helen Stoner, momentos de tensión y una trama muy bien desarrollada. Con La Liga dudé mucho. Me parecía que tenía opciones interesantes de participación (como el momento de la cola de pelirrojos en Fleet Street) pero cuando yo misma ensayaba se me hacía pesado, hasta que introdujimos el personaje teatral no narrado de Wilson y surgieron otras participaciones inventadas como cuando l@s peques hacen de puertas en callejones de Londres entre la niebla y la música de suspense mientras ilumino sus rostros con una linterna.

“La banda de lunares” no es, desde luego, un cuento para niños ñoños. Es todo un cuento gótico tardío y sorprende ver lo bien que los espectadores disfrutan con la siniestra familia Roylott
Claro, ayuda que la narradora es Fibi, una niña con una energía fresca, que de contarte algo siniestro pasa a una broma o giro emocional. Se mencionan tres muertes en esta historia y el momento más truculento es cuando recreo la muerte de Julia, pero l@s peques lo viven con ese taparse un poco los ojos, morderse los dedos y enseguida la historia sigue su curso, ellos avanzan con ella y han superado ese maravilloso momento de tensión que te sube la adrenalina hasta el punto justo sin llegar a sufrir. Cuando salen del teatro siempre me despido de cada un@ de ell@s y me dan incluso abrazos. Queda el sabor de la aventura, las risas, la emoción de entender cómo ha ocurrido todo.

Por otro lado, “la liga de los pelirrojos” es todo un festín, de la mano del, por así decirlo, extravagante Jabez Wilson, hay todo un correcalles de Londres
Sí, es además la segunda historia y deja ese regusto divertido. Wilson es un personaje mezquino pero que cae muy bien. Fue un hallazgo darle esa forma de moverse y esa voz. Como dices, hay un sucinto recorrido por Londres que ahora ha ganado con el uso de proyecciones de grabados y fotografías antiguas de Londres: el barrio donde está la tienda de Wilson, Fleet Street y la cola de pelirrojos, las callejuelas oscuras que les llevan al banco… Creo que entre tod@s conseguimos realmente trasladarnos al Londres de fin de siglo XIX.

¿Nunca pensó “He mordido más de lo que puedo tragar”?
Sí, claro. Pensé que era mucha información, que l@s peques quizá no entenderían las deducciones, que podría ser aburrido, que no había tenido tiempo de componer más canciones…

¿Cuál, como fue el momento en que decidió: “ ¡Ya está! ¡Hay que ir por aquí!”
Cuando regresé de Las Palmas, la sala Plot Point me propuso programar las Cuentoaventuras en septiembre. Pero para ello era necesaria otra adaptación. Junté dos de las historias (deseché la de Los bailarines) para que no fuera un espectáculo ni muy corto ni muy largo. Y en este proceso final de cara a subirlo a una sala de teatro fueron fundamentales Aaron Martín (con las luces) y Magdalena Broto, también en las luces, composición musical y dirección. Yo seguía preocupada con que todo estuviera siendo demasiado farragoso, sobre todo en el misterio de La Liga de los Pelirrojos. La banda de lunares fluía bien, pero en la Liga pasaba algo, yo no estaba satisfecha. Hasta que la Broto dio con el quid: no narres lo que le ocurre a Wilson, interprétalo. Y pasó algo mágico. El día que nos juntamos para grabar la música de piano para las canciones que yo había compuesto, el ritmo que Madga le dio a la canción de Wilson me hizo moverme de una forma y cantar con una voz aguda con las que nació el personaje. La canción es muy breve, pero eso bastó para darle forma al personaje. Y ahora Wilson protagoniza los momentos más divertidos en la función.

Me ha llamado la atención su criterio de respetar los textos originales. En un personaje que tanta veces , a través del siglo largo de su existencia ha sido devaluado e infantilizado (por cada Basil hay 1000 Hamsters Holmes y así) haya optado por el respeto exquisito a los originales.
Curiosamente, nunca me planteé hacer una versión infantilizada, cambiando los personajes a animales ni nada parecido. Para mí la única premisa era que los peques no se perdieran en explicaciones largas complejas. Recorté texto y simplifiqué al máximo la historia para dar los datos precisos. En otros montajes utilizo muñecos para encarnar varios personajes, pero en Las cuentoaventuras, Fibi, ladronzuela miembro de los irregulares de Baker Street, es la narradora de los misterios y con un chal, sombrero, peluca… se transforma en distintos personajes: Helen, Julia, Sherlock y Wilson.

Tampoco habla a las niñas y niños como si como si fuesen bobos
Es que las niñas y niños son muy capaces de entender lo que está ocurriendo hablándoles con normalidad. Entran con una facilidad maravillosa en el envite de proponer teorías sobre lo que está ocurriendo en cada misterio. Recomiendo esta función a partir de 5/6 años porque propongo algún momento más siniestro con la ayuda del espacio sonoro y la luz (muerte de Julia, Holmes y Fibi acercándose a la mansión medio en ruinas de noche, callejones de Londres llegando al sótano del banco) pero he podido comprobar que es el punto justo para que los peques lo vivan con emoción, sin llegar a pasar miedo (y si veo que alguien está al límite de pasarlo mal, suelto alguna broma que relaja el ambiente; y hasta ahora, 2 meses después, nadie se ha quejado, más bien al contrario). Escuchaba el otro día en la BBC, con motivo de la fiesta de Halloween, la explicación de nuestra atracción por las historias de miedo: es la manera de vivir emociones fuertes dentro de un entorno seguro (que es el teatro, el cine, el salón de casa o una hoguera). Y eso vale también para la gente menuda.

La función es un “tour de forcé”. Se convierte en una Irregular para narrarlo pero, al tiempo, hace los personajes necesarios para que la historia siga adelante
Eso le ha dado mucho dinamismo a la función, facilita la comprensión por parte del público y yo, sinceramente, me lo paso como nunca en escena. Con un chal soy Helen, con un sombrero y una pipa soy Sherlock Holmes y con una peluca naranja soy Wilson. Hay un trabajo de dramaturgia enorme para decidir qué partes de la historia narraba Fibi y cuáles interpretaban los personajes. Porque al convertir a Fibi en una narradora pero que conoce las historias de primera mano por haber sido protagonista junto con Holmes y Watson se abría el abanico de posibilidades a que incluso Fibi narrase algo en primera persona. Tuve que probar, ya estando en cartel, las diversas opciones y puedo decir que ya está el trabajo terminado en ese sentido. Y es que en un trabajo como este en el que el público es fundamental es imposible que función crezca por completo en los ensayos. Con cualquier montaje pasa esto, va rodando y creciendo en escena, pero cuando el público es una parte tan activa, hay situaciones que no cobran sentido hasta que las testas con el respetable. Porque además yo trabajo sin cuarta pared, y eso es me resulta imposible ensayarlo yo sola (que es como casi siempre ensayo hasta que puedo organizar un pase privado).

Y, no contenta con eso, hace participar a los niños y, para que no se pierdan, les recuenta la historia y saca pistas de la maravillosa e inacabable Maleta de los Cuentos
He buscado dos formas de ayudarles a “ver” pistas. La escenografía son dos sillas y para ayudarles a que imaginen, en un momento dado saco unas ilustraciones con datos importantes en uno de los casos y las dejo colocadas en la pared del fondo y en otro momento utilizo también ilustraciones, pero proyectadas.

Es curioso que los adultos acompañantes disfrutan más que los niños, en la función que asistí tenía detrás de mi una abuela que no paraba de hacer spoilers
Eso me ha ocurrido en todos mis montajes, los adultos se tiran de cabeza a la piscina, pero yo creo que no son muy conscientes de ello. Imagino que vienen acompañando a sus hijas e hijos, esperando que pasen un buen rato, pero sin darse cuenta acaban respondiendo a mis preguntas e incluso me han llegado a pedir salir a escena juntos con l@s peques. Sencillamente maravilloso. Creo que eso lo propicia el hecho de que hablo a l@s niñ@s con normalidad, sin ñoñerías y entonces es fácil que el adulto se sienta involucrado. Sin olvidar que a tod@s nos gusta volver al espacio de juego de la infancia y para ello el teatro es un espacio de lo más apropiado.

Las anécdotas habrán sido incontables
Yo integro todo lo que el público comenta, no hago callar a nadie (a menos que alguno monopolice el espectáculo, que me ha pasado, y le pida que deje hablar a l@s demás), y una vez vino un niño de unos tres años que al principio de la función dijo en voz alta: “Abuela, pero ¿dónde está Ana?”. Y le dije que no se preocupara, que intentaríamos encontrarla. Y un par de veces más mencioné a la susodicha Ana. El caso es que el niño estuvo atentísimo el resto de la función.
Otro día tuve un ejemplo muy claro de lo que este espectáculo divierte también a l@s adult@s: vino una niña pequeña, de 3 años, y a mitad de la primera historia empezó a preguntar que cuándo acababa. Como estoy cerca del público la oí e intenté integrarla más en la historia, mirándola, preguntándole cosas a ella. Al final, participó incluso en escena, encantada. Y cuando me despedía del público (siempre me despido a la salida, herencia de mi aprendizaje en el teatro Espada de Madera), la madre me comentó: “Menos mal que la niña al final ha entrado en la historia porque yo no quería irme, que me lo estaba pasando genial”.
Y ya lo último, muy hermoso. Hace poco un abuelo que vino con sus nietos, me agarró la mano al salir y mirándome a los ojos me dijo que había sido algo extraordinario. Y cuando me iba yo del teatro, me dicen que en taquilla me había dejado un pequeño dibujo con un mensaje maravilloso para mí.

Y, ya por último, ¿Fibi vivirá más aventuras? ¿Volverá Natalia Fisac a Baker Street?
No sé si se habrá secuela de Las cuentaventuras, lo cierto es que no me lo había planteado. Me acabas de dar una idea. Para Las Palmas también adapté Los bailarines, así que ya tendría la mitad de Las cuentoaventuras: el regreso, jajajaja.
Pero debo confesar que el cuerpo ya me pide dirigirme al público adulto. La sala Plot Point se ha ofrecido a colaborar conmigo en el siguiente proyecto y aunque la idea inicial era trabajar sobre otra propuesta familiar, están abiertos a que fuese para adultos si al final tomo ese camino.
De momento estoy completamente enfocada en Fibi y Sherlock (piensa que hasta hace dos funciones no decidí trabajar con las proyecciones, todavía estaba creciendo la propuesta). Así que ahora toca disfrutar mucho de esta irregular y de este Londres misterioso.

Una entrevista de Jabez Wilson A.K.A. Luis de Luis

Admin - 11:03:06 @ ENTREVISTAS



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